"El sueño de la razón produce monstruos" tituló Goya a uno de sus más célebres grabados. Sobre todo los sueños de una razón endiosada que se ofrece como única intérprete de la realidad y guía única de actuación para esta realidad que somos y habitamos.
Contra este reduccionismo se alza la voz de los románticos -desde la escritura, la pintura, incluso desde la filosofía misma, advirtiendo que lo real no es sólo racional y que la razón va más allá de sólo los planteamientos logicomatemáticos. Hay aspectos que escapan a esa razón que intenta dar cuenta de todo y solución -presente o futura- a todo.
Así, el Romanticismo traerá a primer plano los sentimientos, las emociones, la belleza, la conciencia moral. Desde ésta plantearán también unas serias advertencias acerca de las consecuencias de una razón soberbia y autosuficiente y de las creaciones que ésta, a solas, lleva a cabo.
De estas y otras cosas trata la palpitante y vigente novela de Mary Shelley que hace justo doscientos años conoció su primera -y anónima- edición.
De esto que hemos referido trata esta nueva Exposición Temporal donde quienes la visiten encontrarán pinturas, libros, carteles y programas de cine, aparte otras piezas que vienen a ilustrar el hilo argumental del recorrido.
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