Obtener una dedicatoria, una frase o sólo una firma (signos) de conocidos o de amigos artistas, obliga a plantear un soporte (trazos) que tenga en cuenta las diversas sensibilidades y que a su vez muestre formas creativas para una recíproca consideración artística.
A veces, sucedía que algunos regalaban pequeños materiales (retazos) de sus recuerdos y con ellos quisimos componer algo que los hiciera reconocibles.
Propiciar un diálogo, un juego recíproco de provocaciones imaginativas, pero siempre subordinándolas a la admiración por esta selección de grandes artistas del flamenco a los que agradecemos que tuvieran a bien escribir su reconocimiento, en ocasiones con una simple rúbrica.
Implícitamente, esta exposición también es un homenaje a los artistas insustituibles que nos dejaron: Paco de Lucía y su dedicatoria a Chiclana, Manolo Sanlúcar, siempre preocupado por el dolor ajeno, o Moraíto Chico y su toque gitano. José Menese, El Torta, Agujetas, Lebrijano...cantaores de solera y ‘soníos negros’ que dejaron huellas imborrables.
El agradecimiento a ‘La Chispa’ que nos entregó generosamente la segunda piel del genio de la Isla, su camisa.
Los bailaores y bailaoras nos ofrecieron y dedicaron sus armas de trabajo; los zapatos, todos ellos desgastados en escenarios de todo el mundo. ‘Si estos zapatos hablasen…’ decía el anciano gran coreógrafo y bailaor Manolo Marín. Reliquias silenciosas de arte único y cultura de nuestro país.
Por haber ‘contaminado con su duende’ a muchos artistas, no podía faltar el torero Curro Romero, noctámbulo de noches flamencas.
Un obligado homenaje a los grandes representantes de las últimas décadas del arte flamenco andaluz, Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
Ramón Pareja
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