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GARCÍA GUTIÉRREZ

Y LA MÚSICA
De 03/07/2020 hasta 04/10/2020

Presente siempre en nuestra Exposición Permanente, Antonio García Gutiérrez protagoniza -de un modo directo o indirecto y en torno a la conmemoración de su nacimiento- una Exposición Temporal cada año. Considerado 2020 año Beethoven en el mundo de la cultura, no está mal que nos detengamos en la vinculación entre nuestro poeta romántico y la música.

No era fácil para un poeta joven, desconocido y recién llegado a la capital del reino, salir -fama literaria al margen- económicamente adelante, subsistir con cierta dignidad al menos. Por ello no es de extrañar que con frecuencia los autores -”En España escribir es llorar”, que decía Larra justo entonces- recurriesen a fuentes extras de ingresos. Tal fue el caso de, entre otros grandes de su tiempo que hicieron lo mismo, de García Gutiérrez.

Escribió para periódicos y revistas; con el francés, que a fuerza de voluntad aprendió, tradujo obras de autores relevantes de su época como Scribe (“El Vampiro”) o Dumas (“Calígula”), entre otros, o recurrió a la música, resultando, de su colaboración con músicos como Emilio Arrieta zarzuelas populares en las que alcanzó también reconocimiento: Los alcaldes de Valladolid, La vuelta del Corsario, La mujer valerosa, El grumete, La espada de Bernardo, Azon Visconti, El robo de las sabinas, Dos coronas, El duende en palacio, Galán de noche, Cegar para ver, El capitán negrero, La taberna de Londres, Jonás Segundo, Un día de Reinado y, una de las más renombradas, La Cacería real.

En esta última, un labrador da lecciones de patriotismo a un Felipe V, recién llegado al trono y a España. La crítica obvia que los versos destilan anticipaba, de algún modo, la que habría de ser una de sus piezas más populares, aquella que, con música de Arrieta y con el trasfondo de la Revolución de 1868, se convirtió prácticamente en himno de su tiempo: ¡Abajo los Borbones!

Mucho más, pues, que la más que sabida -y repetida hasta la saciedad- relación de García Gutiérrez con la música a través de las adaptaciones operísticas de Verdi de El trovador o de Simón Bocanegra.

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